sábado, 15 de marzo de 2008

El Perfecto Amor Echa Fuera el Temor

1 Juan 4:10, 17, 18 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.

En el mundo existen muchas clases de temor.

El temor se manifiesta en cosas GRANDES e IMPORTANTES que asustan a cualquiera:

  • Enfermedades
  • Muerte
  • Castigo Eterno
  • Asaltos
  • Violaciones
  • Violencia Física
  • Golpes o abuso
  • Terrorismo

Pero también se manifiesta FUERTEMENTE en otras situaciones que no son tan grandes, pero son IGUALMENTE DOLOROSAS:

  • Rechazo
  • Abandono
  • Humillación
  • Incomprensión
  • No ser escuchados
  • Sufrimiento
  • Dolor
  • Perder un ser querido
  • Lo transitorio de la vida
  • El día de mañana
  • Huracanes / desastres naturales
  • El “qué dirán”

Con los sucesos de hoy día, podemos observar temor en otras áreas que antes no se sentían:

  • Discrimen en el trabajo
  • Alzas incontenibles de precios
  • Falta de oportunidades de empleo
  • La Recesión económica

Estamos rodeados de ataques de pánico, depresión y ansiedad.

Algunas estadísticas en Puerto Rico:

  • Condición de salud mental de una gran porción del pueblo es alarmante.
  • Ritmo acelerado de suicidios o intentos de suicidio por parte de adolescentes y pre-juveniles.
  • Excesiva utilización de drogas, recetadas y no recetadas.
  • Medios de comunicación que se encargan de ser portavoces del desastre.
  • Gran propensión del puertorriqueño a la bebida.
  • Problemas causados por los divorcios.
  • Aumento en el abuso de menores.

La Biblia se refiere a todo esto como ANGUSTIA – depresión, ansiedad y otros síntomas conocidos en la sociedad.

En la Biblia, mayormente no nos habla de cómo venimos a clamar a Dios cuando estamos en angustia, sino que Dios es nuestro refugio, fortaleza, protección y defensa.

Si podemos encontrar un “perfecto amor” para con Dios, nuestro temor se iría, porque ¿qué puede dañarnos, si nos llenamos del perfecto amor de Dios?

Filipenses 4:6,7 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Esa paz de Dios viene por medio de Su gran amor. Es el “perfecto amor” del cual habla Juan y en el cual debemos SUMERGIRNOS hasta encontrar descanso del temor que nos rodea. Jesús dijo:

Mateo 6:34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán… Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Podemos entonces clamar como Pablo:

Romanos 8:35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

El que teme, no ha descubierto el “perfecto amor” de Dios en su vida. Dios nos ofrece Su amor para que, guiados por la fe que proviene del Espíritu Santo de Dios, podamos vencer todo obstáculo, temor, angustia y tribulación momentánea.

1 Corintios 4:16-18 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Dios le habló a Josué y le mandó a “esforzarse y ser valiente”, diciéndole “no temas ni desmayes”, aclarándole que estaría con él dondequiera que fuera.

Esta misma promesa la tenemos nosotros hoy. Cristo nos dijo, al despedirse de sus discípulos: “He aquí yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.”

Si creemos las promesas de Jesús podemos estar seguros EN ÉL, sabiendo que Él ha vencido por nosotros al mundo.

2 Timoteo 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

No hay comentarios.: